Translúcido.
Recuerdo
cuando te vi por primera vez,
tu bello
rostro perlado.
Reluciente a
cada paso
Con el
tiempo seguía observando
y no pude
sino,
darme cuenta
de un cristal entre ambos.
El definido
rostro se fue apagando
hasta que,
translúcido ha quedado,
No eres más
que el reflejo en el espejo,
de lo que
era antes mi amada.
Melodía
desencadenada.
Qué difícil
es conjugar el verbo amar.
Qué doloroso
es, jamás, haberlo escuchar.
Ver tu
azabache en el cristal ondulante,
y tu rostro
cambiar.
Ahora me doy
cuenta
de que estoy
mirando un charco.
Y lo que
estoy viendo
no es más
que tu tenue reflejo.
Reflejo de
lo que eres ahora,
reflejo de
lo que antes fuiste,
reflejo de
lo que un día,
pude amar de
verdad.
Como un
eclipse,
Otro astro
se ha posado.
Anunciando
el cambio,
Señala que
es una nueva etapa.
Lo que no
queda claro
es, quién es
el sol,
quién es la
luna.
Yo sé que
soy la Tierra.
Pero no sé
qué rayo me alumbra,
rayo de sol,
reflejo de luna.
Parece que
este nuevo astro
era el que
estaba escondido.
El sol
después de un amargo destino.
Los rayos
bañan mis rasgos.
Los rayos me
enervan
y me hacen
vivir,
y me hacen
volver a sentir.
De un paso a
otro,
salí del
soñar.
Cada pálpito
Es como un
tempo.
Diapasón,
que marca el
ritmo.
Como un
cronómetro
a cada paso
anunciando
que sigue
vivo.
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