lunes, 5 de noviembre de 2012

Artículo: La transición política española, política de consenso y actualidad



La Transición política española, política de consenso y actualidad

Para poder comentar las elecciones del 15 de junio de 1977 debemos primero analizar los precedentes en su contexto sociopolítico. Es de importancia mencionar que salimos de un régimen dictatorial en el cual los derechos, y por consiguiente la libertad de expresión, estaban coartados y eran fácilmente anulables por el ejecutivo. A la muerte de Franco y marcado el rey como sucesor, se plantea el un problema de gobierno en España a la muerte del caudillo y muchas preguntas surgen en el aire.
¿Qué va a suceder? ¿Qué vamos a hacer? ¿Va a haber otro golpe de estado?


Continúa...



Bajo este clima completamente ambiguo y en el que no se sabe siquiera nada acerca del futuro cercano, comienza a gestarse la libertad de prensa, ya no tan coartada después de la muerte del dictador, así como manifestaciones regionalistas anteriormente imposibles incluyendo la exhibición de banderas regionales en vez de la bandera española. A su vez responden también los grupos de ultraderecha pidiendo que un nuevo caudillo tome las riendas de la nación.

Con tanta diferencia de opiniones y tantos sectores, a raíz de la libertad de prensa y del comienzo de derechos todavía no reconocidos surge la idea de elaborar una Constitución. Arias Navarro intentó realizar una muy tenue reforma del régimen franquista que finalizaría con su dimisión por discrepancias con el monarca. Es nombrado entonces Afolfo Suárez que comenzaría la ley para la reforma política y formará un gobierno provisional que deberá legitimarse para desempeñar tal tarea, las elecciones del 15 de junio se plantean como un verdadero desafío sin saber exactamente cuál va a ser el final. Existen muchos partidos, sectores y diferentes ideologías, la prensa ya sin estar coartada procede a informar y aparece la última ley fundamental franquista que facilita el tránsito a la democracia, obra del Rey, Adolfo Suarez y Torcuato Fernández Miranda

Las elecciones se plantearon difíciles para el partido de Adolfo Suárez que se asoció con otros líderes políticos fundando Unión de Centro Democrático (UCD), otros partidos surgen de la misma forma mediante la unión de partidos convirtiéndose cuatro partidos en el centro de decisión política de España, entre ellos Alianza Popular (AP), socialistas y comunistas. Se inició una intensa campaña para incentivar la acción de los españoles y que ejerciesen su derecho al voto por lo que la participación llegó casi al 80%. A pesar de aparecer una “atomización política” en cuanto al número de partidos, con esto podemos observar que no hubo un multipartidismo en cuanto a los resultados electorales pues las preferencias de los españoles se circunscribieron en torno a estos cuatro partidos. Lo que sí apreciamos es la asociación de los partidos con objeto de obtener un mayor número de votantes. 

Esto exigiría la necesidad de ponerse de acuerdo al menos a estos cuatro partidos. Los resultados de las elecciones clarifican esta idea puesto que UCD recibiría aproximadamente un 35% de los votos, el PSOE cerca de un 30% mientras que el PCE un 10% y AP algo más de un 8% siendo estos cuatro partidos los más votados en estas elecciones.

Una mejor apreciación de los resultados electorales, tenemos en cuenta los votos recibidos de los partidos regionalistas descubrimos su relativa importancia pues siendo unos 5 partidos, lo que nos pone de manifiesto su atomización, obtuvieron en conjunto menos de un 7% de los votos de los españoles.

Se pone de manifiesto el éxito de los partidos grandes con independencia de su ideología. Gracias a la ley electoral permitió formar un gobierno, el de UCD, minoritario pero con apoyos puntuales de los demás partidos. Recuérdese que Adolfo Suárez una vez nombrado presidente convocó a los líderes políticos y consiguió que se firmaran los Pactos de la Moncloa, antecedente del consenso constituyente. Esto fue un gran cambio para la sociedad española ya que podían ser representados mediante una fuerza política democráticamente elegida y la esperanza de la elaboración de una Constitución.
Para esta elaboración se precisó de una negociación entre las partes, cada una defensora de los intereses de sus votantes, y conseguir una política de consenso pues ningún partido obtuvo la mayoría absoluta y tuvo que recabar apoyo entre el resto de partidos. Los Pactos de la Moncloa fueron esenciales en orden a este fin. Cabe mencionar que aun con la iniciativa para la abstención del partido comunista, fueron esenciales para reunir a los partidos.

Esto determinó un carácter doble de nuestra constitución, primero se defendió los deseos democráticos de todos los españoles y en segundo lugar, garantizó la carta de derechos humanos; aunque, por otra parte, se dejaron varios asuntos en el ‘tintero’ a una decisión futura mediante leyes orgánicas como el asunto autonómico que ponía de manifiesto las claras diferencias entre los partidos y para poder obtener un consenso se optó por esta vía.

Situación actual

Después de transcurridos más de treinta años de ser aprobada nuestra constitución de 1978 y si tenemos en cuenta las elecciones generales del 2011 vemos que hay una cierta importancia de los partidos nacionalistas a lo que hay que añadir una gran repercusión mediática. En total albergan casi un 10% de todo el escrutinio, aunque a nivel autonómico es diferente ya que reciben la mayor parte de los votos. En cuanto a la administración territorial, y debido a que la Constitución dejo abierto el proceso de regulación de las Comunidades Autónomas, las libertades concedidas a las comunidades autonómicas al compararlo con un modelo federal, las competencias que tienen las Comunidades autónomas son superiores en algunos casos lo que determina una elevada descentralización del estado Español. Además desde hace ya varias legislaturas no es raro en España que se obtengan mayorías absolutas o cercanas, lo cual reduce la participación de las minorías en la política española además de haberse reducido los ‘grandes partidos’ de cuatro a dos en estos momentos, generalmente ganando las elecciones el partido que estaba en la oposición no por méritos propios sino por castigo a la política realizada en la anterior legislatura.

Otro asunto que queda, a mi entender inconcluso, es el asunto del Senado. Se siguió con un modelo de Senado más por tradición que por intereses territoriales. En la ley electoral actual de hecho tenemos representados los intereses autonómicos en el Congreso ya que da más fuerza de poder electoral a los votantes de unas comunidades autónomas que a los de otras. Citamos el caso de UPyD y AMAIUR en las elecciones del 2011, Amaiur con 333.628 votos (1,37%) recibe 7 escaños mientras que UPyD con 1.140.242 votos (4,69%) recibe 5 escaños. Si hiciéramos el cómputo a nivel nacional pero al realizarlo provincial surgen estas diferencias, otro problema que se nos pone de manifiesto es la propia Ley electoral.

Una gran idea del constituyente ha sido el Tribunal Constitucional como intérprete supremo de la Constitución y de ser una de las instituciones garantes de los derechos y libertades fundamentales. Además en la elaboración de la Constitución fue necesario un gran interés de las distintas fuerzas políticas para su gestación, y la política de consenso llevada a cabo constituyó un medio que obtuvo ese fin que en ese momento contempló no solo a los grandes partidos, sino también a ciertas minorías que gracias a ese consenso se sintieron representadas.


Carlos Moreno

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1 comentario:

  1. La exposición de los hechos ha sido llevada a cabo de manera muy ordenada y con una impoluta objetividad, lo cual dado los tiempos que corren resulta ser una tarea complicada y más si en los últimos años se ha removido tanto. Si hubiere que poner una calificación a dicho texto, se merecería un 9,75.

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